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sábado, 11 de marzo de 2017

El PCA celebrará su XII Congreso del 30 de junio al 2 de julio en el que debatirá una “revolución organizativa” para avanzar hacia un bloque rupturista de “carácter andaluz y autonomista”



El Comité Central del PCA, reunido ayer, sábado 11 de marzo, en Málaga, ha puesto fecha a su XII Congreso cuyo proceso comienza hoy y concluirá los días 30 de junio, 1 y 2 de julio. El Partido Comunista de Andalucía pretende emprender con este proceso congresual su “revolución organizativa” que debe llevar a la sectorialización de su trabajo y que conllevará la organización de las tareas en sectores abandonando así la forma “partido electoral” organizado por territorios para avanzar en el “partido conflicto” y “elevar la conciencia de los sectores en lucha y convertir la lucha económica en lucha política”.
El XII Congreso se celebrará en Albolote (Granada) pero hasta entonces queda un proceso congresual de varios meses. A finales del mes de abril se tendrán que presentar los documentos a debate. Según lo aprobado por el Comité Central serán cuatro textos a debatir: El informe de gestión del Comité Central saliente; la propuesta de Manifiesto Político del PCA; las propuestas Organizativas y Financieras; y la propuesta de Estatutos.
300 delegadas y delegados conformarán ese cónclave, de los que 30 serán miembros natos y 10 de la UJCE-A. El resto serán elegidos por sus provincias: 56 de Córdoba, 54 de Sevilla, 38 de Málaga, 31 de Granada, 30 de Cádiz, 28 de Jaén, 12 de Almería y 11 de Huelva.
En declaraciones a los medios de comunicación, durante la reunión del máximo órgano del PCA, el secretario general José Manuel Mariscal, ha indicado que el Congreso se va a dar en una Andalucía que “está en la calle”, “lejos de la pax social a la que aspiran los restauradores del régimen” cuestión que “avala nuestra estrategia”.
“Pero no es suficiente”, asegura Mariscal que ha defendido que el PCA “debe seguir mejorando su capacidad de intervención en todos y cada uno de los conflictos, para lo que debe terminar de adecuar su modelo organizativo desde el partido electoral al partido conflicto”.
También se ha referido Mariscal a la “Marea Andaluza” que se vio en las calles el pasado 28 de febrero, día de Andalucía, que debe ser un espacio que, “desde abajo”, sea capaz de “desbordar las estructuras de las organizaciones que la impulsen convocando a la participación de los sectores en lucha, de la gente común de nuestros barrios y pueblos que sufren en su vida cotidiana la explotación y el engaño”.
Este espacio, según ha explicado Mariscal, se debe configurar “en torno a un programa, elaborado colectiva y participadamente en mesas territoriales o sectoriales”, y que a su vez sea “fuente de conflicto y movilización”. “Un programa de reformas, sí, pero de reformas, con contenido abiertamente rupturista, que afecten a los puntos neurálgicos del capitalismo andaluz, español y europeo”, ha indicado.
Mariscal señala que el “bloque rupturista” en Andalucía debe tener “carácter andaluz y autonomista” y en esa línea “debemos estar a la misma altura de protagonismo e influencia social que las confluencias catalana y gallega”.
LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
José Manuel Mariscal se ha referido también a la previsible aprobación el próximo miércoles por el Parlamento andaluz de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía. Un hecho que será posible gracias al movimiento memorialista andaluz, “pero no podemos dejar de felicitarnos como organización”, ha recordado.
“Sin el PCA esta ley nunca hubiese sido aprobada de esta manera” ha asegurado Mariscal que ha recordado que el trabajo por esta Ley se inició hace seis años “por nuestra organización, desarrollado en la dirección general de la Memoria Democrática”.
“Un éxito del movimiento memorialista que, ahora, nos obliga a exigir las condiciones para la aplicación efectiva del contenido de la ley” porque, según ha indicado, “en Andalucía no vamos a ver la vergonzosa estampa de ayuntamientos del PP devolviendo nombres franquistas a nuestras calles y plazas”.

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