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jueves, 23 de marzo de 2017

Informe Político al Comité Central del Partido Comunista de Andalucía. Hacia el XII Congreso, 2ª Fase. Málaga, 11 de marzo de 2017



Aprobado con 44 votos a favor y 2 abstenciones
1. La agenda restauradora y el papel de Andalucía para la ruptura democrática
1.1. El avance en el proceso de restauración depende en gran medida de alcanzar una pax social mediante la asunción de la normalidad de la precariedad y la desigualdad social. Como indicamos desde hace tiempo, el proceso constituyente antidemocrático en desarrollo podría derivar en una nueva reforma constitucional, especialmente lo relativo al título VIII, y la  electoral, junto con el afianzamiento de la institución monárquica y la recuperación del PSOE como pilar del régimen, son algunos de los elementos que indican la apuesta lampedusiana de las clases dominantes en el Estado español. En este sentido, la absolución vergonzante de la hermana del jefe del estado y la apuesta del sistema por Susana Díaz como secretaria general del PSOE son hitos del mismo proyecto restaurador.
1.2 Así mismo, el sistema judicial está demostrando que la división de poderes no es más que una ilusión ideológica de la dinámica restauradora. Urdangarín y la Infanta, Blesa y Rato, la fiscalía anticorrupción, y las sentencias que vendrán son expresiones de un sistema judicial al servicio del proyecto restaurador: una amnistía general a corruptos de uno y otro signo político, mientras se juzga, multa y encarcela sin rubor a sindicalistas, raperos, tuiteros y titiriteros. Es fundamental que en nuestra acción política deslegitimemos la justicia burguesa haciendo ver, también en este aspecto cívico-democrático, la necesidad de un proyecto rupturista frente al bloque restaurador.
1.3 Andalucía es uno de los territorios clave para entender este proceso. La fortaleza relativa del bipartidismo en Andalucía tiene que ver con la necesidad de mantener a nuestra tierra fuera del espacio rupturista. Cuando las costuras del régimen del 78 saltan por la exigencia de soberanía de diversos pueblos del Estado, especialmente Cataluña, parece que los gobernantes andaluces apuestan por el españolismo más rancio y más ciego. El guión del proyecto restaurador pasa por mantener a Andalucía fuera del protagonismo social y político para la construcción de otro país. Ese es el guión que el 28 de febrero comenzamos a romper. Esta movilización no fue una más, ya que puede sentar las bases para la construcción de un Bloque Andaluz de Ruptura, con la importancia estratégica que esto tiene para el proyecto de los y las comunistas.
2. Del 19N al 9M. Marchas de la dignidad y mareas. Balance de las movilizaciones y perspectivas.
2.1 El 19 de noviembre salían a la calle las marchas de la dignidad en Andalucía dejando viva la llama de un espacio unitario, que considerábamos debía ser desbordado. La movilización se mantuvo con la presencia de comunistas en todas las citas que entonces se sucedieron (Doñana, TTIP, 25N, 4D,…) no solo como asistentes sino situándonos a la cabeza en la organización e impulso de las mismas.
2.2 Así mismo, las manifestaciones en defensa de la sanidad pública en varias ciudades, las movilizaciones de los estibadores o las teleoperadoras; y el resurgimiento de la marea verde en Andalucía son conflictos que nos seguían indicando que el carácter latente de los conflictos se comenzaban a expresar de manera más visible. A ello cabría sumar, por su relevancia, la gran manifestación que en Barcelona en defensa de los derechos humanos de las personas refugiadas, rompiendo los esquemas que tratan de situar en la dinámica independentista toda ocupación de la calle en Cataluña.
2.3 En cumplimiento de la estrategia refrendada por el Comité Central del pasado 12 de noviembre, el partido debía ser capaz de utilizar su presencia en esta infinidad de frentes para tejer la unidad. El 28F era una oportunidad, y así quedó respaldado por el Comité Ejecutivo.
La movilización del 28F ha sido la tarea central del último periodo, concentrando el trabajo de las Áreas Externas central y provinciales y en las últimas semanas previas del conjunto del Partido y de IU.
El 28F fue un éxito cuantitativo y cualitativo, por reunir en Sevilla a decenas de miles de personas, en la manifestación más grande convocada por las Marchas en Andalucía – superior al 19J Rodea el Parlamento de 2014 – y por las decenas de colectivos, plataformas y organizaciones participantes.
Es decir, la movilización respondió a los objetivos de la convocatoria, objetivos fijados tras un debate arduo con los sectores más izquierdistas de la plataforma: que el 28F fuera una expresión de descontento por la situación social y política de Andalucía reuniendo a todos los sectores en lucha.
Para ello hubo que diseñar una campaña que permitiera sumar, expresada en el manifiesto y la campaña de difusión, adaptando el discurso y el programa general de la Marcha a la situación concreta andaluza.
Mención especial merece la implicación de las diferentes Mareas Blancas, abriendo una importante vía para arrebatar posiciones a la derecha y la extrema derecha insertadas en ese movimiento.
El 28F sacó a la calle al bloque político y social que queremos construir, siendo un precedente para lo venidero sobre el que trabajar, y ahuyentando los fantasmas de perder una movilización propia, tal y como venía siendo en los años previos, por otra menor.
2.4 El colofón de este ciclo de movilizaciones se ha producido el 8 y el 9 de marzo. Durante dos jornadas consecutivas han salido a la calle miles de trabajadores y trabajadoras en defensa del feminismo frente al falso igualitarismo retórico; y en defensa de la educación pública frente a la dinámica privatizadora de los conciertos y la degradación de la escuela pública.
2.5 Por lo tanto, podemos afirmar que Andalucía, en la calle, está lejos de la pax social a la que aspiran los restauradores del régimen. Esto avala nuestra estrategia, pero no es suficiente. El partido debe seguir mejorando su capacidad de intervención en todos y cada uno de los conflictos, para lo que debe terminar de adecuar su modelo organizativo desde el partido electoral al partido conflicto. La conciencia de clase se eleva desde la movilización, pero no debemos caer en el movimentismo. Es decir, las movilizaciones no tienen un carácter performativo, que se agota en el momento mismo en que se producen, sino que deben dejar un poso organizativo entre las víctimas de la crisis en forma de poder popular.
2.6 Finalmente, queremos hacer un reconocimiento expreso del trabajo en las últimas movilizaciones, especialmente en las del 8 y 9 de marzo, a la Unión de Juventudes Comunistas de España en Andalucía, nutriendo de cuadros y activismo la lucha feminista y la lucha obrera.
3. Unidad y Confluencia en Andalucía. El papel de las comunistas.
3.1 Los y las comunistas impulsaremos la construcción de un amplio espacio de participación desde la base que se vaya configurando como un bloque de ruptura democrática desde Andalucía. En febrero de 2014 aprobábamos en el XI Congreso un Manifiesto Programa cuya tesis 11 habla de la necesidad de una “Nueva Convocatoria”, en referencia a la experiencia histórica de Convocatoria por Andalucía. El Comité Central elegido en aquel congreso aprobó en Armilla el informe titulado “Por un frente popular para la revolución democrática” que trataba de ligar el encuentro en la calle con las elecciones municipales de 2015. Son resoluciones plenamente vigentes que ha llegado la hora de desarrollar en toda su plenitud. La Marea Andaluza debe ser un espacio que desde abajo sea capaz de desbordar las estructuras de las organizaciones que la impulsen, llamando, convocando a la participación de los sectores en lucha, de la gente común de nuestros barrios y pueblos que sufren en su vida cotidiana la explotación y el engaño. Este espacio se debe configurar en torno a un programa, elaborado colectiva y participadamente en mesas territoriales o sectoriales, y que a su vez sea fuente de conflicto y movilización. Un programa de reformas, sí, pero de reformas, con contenido abiertamente rupturista, que afecten a los puntos neurálgicos del capitalismo andaluz, español y europeo.
3.2 El bloque rupturista en Andalucía debe tener carácter andaluz y autonomista. Por una Andalucía libre, una España republicana, rezaba el lema del XI Congreso. Para la consumación de un proceso de ruptura democrática en España, federal y republicano, es necesario un proyecto nacional popular para Andalucía. Precisamente por el carácter de las alianzas de clase que acompañan al autonomismo andaluz, Andalucía debe ser una de las costuras por las que se rompa el régimen del 78.
3.3 Asimismo este proceso requiere aplicar en Andalucía, de forma audaz, las conclusiones de la I fase del XX Congreso en torno a la construcción de un bloque antagonista que supere a IULV-CA sin dar saltos en el vacío. Este proceso conllevará la deconstrucción paulatina de la forma partido en IU y deberá desembocar en la participación sin intermediarios del PCA en dicho bloque. La superación de la herramienta estratégica que IU ha sido y sigue siendo sólo es posible desde la construcción de una herramienta mejor.
3.4 Como consecuencia de nuestra apuesta autonomista, rechazamos cualquier proceso que confunda federalidad con recentralización orgánica. El PCA es una federación del PCE, con un carácter histórico propio, que debe seguir manteniendo su autonomía para la aplicación táctica en Andalucía de las guías estratégicas del PCE.
3.5 El debate sobre la configuración del estado y nuestra apuesta por la apertura de un proceso constituyente de amplia base democrática se entrelazan en estos momentos. Demandamos que Andalucía juegue el papel que le corresponde desde la movilización del pueblo trabajador.
3.6 La movilización social y la unidad del pueblo trabajador en la organización de sus demandas son, por lo tanto, aspectos claves del proyecto rupturista. Esto tiene que ver con la generación de un espacio que, desde abajo, organice la confluencia. Pero la confluencia contra la pax social, en las calles y en los barrios, puede y debe tener su reflejo en los espacios de poder institucional. En la agenda de las agrupaciones del partido y las asambleas de IU figura subrayada las elecciones municipales. Forma parte de la preocupación de nuestra militancia no tener certezas de la manera en que afrontaremos esa cita electoral. Meses antes serán las elecciones autonómicas. Pero lejos de permanecer impasibles y a la espera de acontecimientos, las comunistas debemos tomar la iniciativa. Desde el PCA apostamos por la confluencia en espacios que desborden a las propias organizaciones políticas que puedan, o podamos firmar acuerdos. Hay que generar los espacios de elaboración colectiva y movilización social que sean los depositarios de la legitimidad democrática para todos los procesos electorales. Y la tarea democrática más importante es construir un programa de ruptura coherente y unitario para toda Andalucía, que encauce el proyecto de ruptura democrática en el estado español.
3.7 Las posibilidades de avanzar en un proceso de ruptura en España, republicano y federal, dependen de la conformación de un bloque andaluz de ruptura que debe aparecer más pronto que tarde a la misma altura de protagonismo e influencia social que las confluencias catalana y gallega están teniendo. Creemos necesario impulsar y articular desde ya el proceso de una nueva convocatoria por Andalucía con carácter municipalista, que genere espacios de elaboración colectiva y movilización por la base pensando y actuando en clave local pero uniendo los problemas y los conflictos de nuestras ciudades y barrios a los límites a la democracia y las políticas sociales que el régimen trata de imponer en su proceso restaurador. Las elecciones de 2019 pueden y deben tener un carácter constituyente y de ruptura y las comunistas apostamos por utilizar esa cita como espoleta de la movilización social.
3.8 Para ello el Comité Ejecutivo del PCA acordó impulsar, a través de las asambleas de base de IU, el proceso de mapeo de las confluencias que figura entre las tareas del plan de acción de IU Federal, así como la encomienda al camarada Pita de la organización de encuentros en todas las ciudades posibles similares a los celebrados ya en Málaga ciudad “por la Unidad Popular”.
3.9 Mientras tanto el partido y sus organizaciones de base deben continuar impulsando las tres campañas principales que tenemos en estos momentos: trabajo y vida digna, eléctricas y pensiones. A este respecto, la iniciativa de recogida de firmas por la nacionalización de las eléctricas está teniendo una acogida notable y ya son muchas las agrupaciones que se han echado a la calle para explicar nuestra propuesta. Los comités provinciales deben elaborar planes de trabajo para el impulso coordinado y coherente de estas tres campañas.
3.10 La campaña de recogida de firmas por la nacionalización de las eléctricas ha sido un acierto que está llevando a nuestra militancia a las calles de barrios y ciudades a movilizar conciencias desde nuestra visualización como partido defendiendo soluciones posibles a los problemas concretos y cotidianos del pueblo trabajador andaluz.
3.11 Mención especial merece la aprobación el próximo 15 de marzo de la Ley Andaluza de Memoria Democrática. Este hecho será posible, especialmente, al movimiento memorialista andaluz, pero no podemos dejar de felicitarnos como organización. Sin el PCA esta ley nunca hubiese sido aprobada de esta manera. Un trabajo iniciado hace 6 años por nuestra organización, desarrollado en la dirección general de la memoria democrática. Un éxito del movimiento memorialista que, ahora, nos obliga a exigir las condiciones para la aplicación efectiva del contenido de la ley.
En estos últimos meses ha habido un importante trabajo en el ámbito de Memoria Democrática centrada en los actos de la Desbandá que se vienen organizando desde el mes de diciembre y que este año han tenido un componente social mucho más grande. Unos actos en los que hay que destacar la marcha continuada Málaga-Almería realizada por la Federación Andaluza de Montañismo (FAM) en la que los camaradas José Manuel Luque y Manolo García han tenido un papel relevante, habiendo realizado ambos la marcha completa. Junto a este elemento destacar que las actividades han tenido un impulso de carácter asociativo, y con la fuerte presencia de PCE/IU con escasa implicación de las instituciones. Málaga y Granada han seguido siendo el epicentro de las actividades, con escasa repercusión en Almería.
En los últimos meses se han presentado varios estudios vinculados a la Historia del PCE en Almería y Granada, que ayudan a ir conociendo poco a poco nuestra propia Historia, de la que tenemos importantes lagunas.
En el ámbito del Movimiento Republicano se sigue avanzando en la construcción de la coordinadoras provinciales tras la creación de la coordinadora andaluza con desigual suerte según las provincias. Consolidado desde hace mucho tiempo en Sevilla y Málaga, comenzando de forma positiva en Cádiz, Huelva y Jaén, y  con problemas en Granada ante la diversidad de los colectivos que la integran y la falta acuerdos mínimos. En Almería las dificultades se centran en la debilidad del movimiento republicano y la práctica inexistencia de colectivos asociativos organizados en el ámbito.
Finalmente, trabajaremos para implicar al movimiento republicano andaluz en el V encuentro republicano que se celebrará en Madrid en el mes de mayo.
3.12 Impuesto de Sucesiones.
Se está desarrollando un fuerte debate social en torno al impuesto de sucesiones, este debate  social no solo se sustenta en una fuerte campaña del PP, sino que viene a expresar una enorme derrota ideológica de la izquierda, pero también deja al descubierto otro elemento, que el bloque dominante no es solo el capital financiero, sino que directamente debajo de ella existe existe una amplia capa social beneficiada materialmente del orden actual de las cosas, según datos de la fundación primero de mayo la burguesía (Empleadores + Directores y Gerentes) son el 5,7 de la población, casi medio millón de personas en el caso de Andalucía. El grupo parlamentario de IULV-CA debe en esta cuestión dar muestras de enorme firmeza ya que este debate toca el nervio mismo de la propiedad.
3.13 Centenario de la revolución.
Este año se cumplen cien años de la revolución socialista de octubre, hito fundacional del movimiento comunista internacional, se cumple el centenario por un lado de la primera experiencia exitosa del proyecto socialista y por otro de la ruptura con la socialdemocracia. Debemos construir un campaña que contrarreste la campaña cultural y mediática permanente contra la revolución de octubre y la URSS, además el centenario un ofrece un marco excepcional en plena crisis del capitalismo para reafirmar la necesidad de la organización revolucionaria de la clase obrera, es decir del partido comunista. Constatamos que en los actos del centenario que se están celebrando se están acercando comunistas sin partido y jóvenes que se aproximan al fenómeno comunista, está en nuestra mano el encauzar esta flujo hacia la juventud y el partido comunista, para este fin el impulso del Espacio 2017 es crucial.
4. Bases Políticas y Organizativas del XII Congreso[1]
4.1 El objetivo del XII Congreso del PCA es situar a nuestra organización en la fase política y social en la que nos encontramos: la apertura de un ciclo largo de luchas asentadas en el conflicto de clase en las esferas productiva y reproductiva que sirva de catalizador del proyecto democrático de ruptura, desde Andalucía, con la Unión Europea y con el proyecto restaurador de las élites para España.
4.2 El documento político para el XII Congreso será el “Manifiesto Político del PCA”, basado en tres ejes: la actualización del Manifiesto Programa de Algeciras, el desarrollo en Andalucía de los acuerdos de la I fase del Congreso del PCE y la inserción del PCA en el proceso de construcción del bloque rupturista andaluz. En el Manifiesto Político deberemos analizar:
1.El auge del fascismo en Europa como síntoma del fracaso del “neoliberalismo progresista”;
2.La guerra y el papel de Andalucía en la geopolítica mundial y europea;
3.La crisis del proyecto de la UE, la deuda y la soberanía, el papel de Andalucía para la ruptura con el Euro
4.Cómo evitar la consolidación del proyecto restaurador de pax social desde Andalucía
5.El papel de las comunistas en IU y en la confluencia política y social
4.3 En este XII Congreso, así mismo, ligaremos la revolución organizativa a la estrategia política del partido, no debatiremos de manera aislada el documento organizativo sino que debemos ligar organización y estrategia. La recuperación del carácter leninista del partido es una cuestión política, no meramente organizativa o administrativa. Significa adecuar nuestra organización partiendo de la realidad, la que pretendemos transformar y la propia como colectivo.
Sobre la sectorialización del trabajo del partido:
4.4 La permanente entrada y salida permanente de los puestos de trabajo, acentuada por el modelo productivo periférico andaluz, dificulta la organización permanente de agrupaciones del partido en la gran mayoría de centros de trabajo. Sin embargo, es factible organizar la militancia por frentes de lucha o por sectores, tanto en el espacio de la producción como en el de la reproducción de la fuerza de trabajo. El objetivo fundamental en esta fase del trabajo sectorial debe ser elevar la conciencia de los sectores en lucha, convertir la lucha económica en lucha política. Este es el cometido de un partido en y para el conflicto.
4.5 Debemos encontrar, sin embargo, la manera de mantener los espacios territoriales como espacio de coordinación del trabajo sectorial. Los barrios, las ciudades, los pueblos de Andalucía son espacios donde se organizan las demandas relacionadas con la subsistencia material del pueblo trabajador. Las agrupaciones territoriales deben organizarse de tal modo que haga que el partido sea parte de los conflictos que en cada territorio se den. La agrupación territorial sería el espacio de coordinación de las luchas y frentes de trabajo de los comunistas de ese territorio. Así, el comité de agrupación tendría ahora un papel fundamental de coordinación y fijación de prioridades, de dirección, procediendo de forma análoga en cada escalón territorial de la estructura del partido y superando el funcionamiento parlamentarista de los órganos de dirección.
5. Un Comité Central y una estructura de dirección para un PCA en el conflicto
5.1 La estructura andaluza de dirección del partido, a la luz de la experiencia y de los objetivos aquí enunciados podría consistir en:
Comité Central. En torno a 80 integrantes, combinando la representatividad de territorios y frentes de lucha con la efectividad de sus sesiones de trabajo. Reuniones trimestrales para la evaluación, la posible adecuación táctica y la fijación de lineas de trabajo.
El Comité Central será un órgano de deliberación e impulso del trabajo político, para la aplicación de la estrategia del partido en la coyuntura. Un órgano que se conforma para la intervención social en el conflicto desde nuestros postulados políticos, que supere la dinámica parlamentarista de sus sesiones y revalorice la pertenencia al mismo.
La siguiente propuesta se trasladaría a la ponencia organizativa del congreso, a la comisión de candidaturas y a las direcciones provinciales para su valoración.
El Comité Central se conformaría teniendo en cuenta la presencia en el mismo de camaradas de referencia en los siguientes frentes:
Frente Obrero; Frente Feminista; Frente Republicano; Frente Memorialista; Frente Ecologista; Frente Vecinal; Frente Cultural Ideológico; Frente Institucional; Frente IU; Frente Economía Social; Frente Pacifista.
Estos cupos podrían sumar en torno 64 camaradas, a los que se sumarían las secretarías de organización y políticas de las 8 provincias y de la UJCE como miembros de pleno derecho (+18).
La incorporación de camaradas a través de estos cupos se realizará teniendo en cuenta:
La paridad de su composición final
El equilibrio territorial
Cada uno de estos frentes tendría su correspondiente lista de suplentes, que se incorporarían cuando uno de sus miembros causase baja del órgano.
La incorporación de camaradas a través de estos cupos se realizará sin descabezar los movimientos sociales en los que participen, contando con la experiencia, el conocimiento, la ejemplaridad y el liderazgo en cada uno de los frentes.
Así mismo se habilitaría un cupo político para la incorporación de las personas que por su especial relevancia pueden aportar su experiencia y su conocimiento en diversos frentes políticos u organizativos.
La Comisión Política Permanente estará compuesta por al menos un miembro de cada frente, el secretariado y las secretarías políticas de cada provincia y UJCE, hasta llegar a 20-25 componentes. Órgano ejecutivo, de deliberación sobre los problemas políticos de coyuntura y de seguimiento de los acuerdos del Comité Central. Reuniones mensuales.
Secretariado. Responsables de grandes áreas. Reuniones semanales. Sus miembros deben estar liberados para las tareas del partido.
5.2 Para emprender este camino es absolutamente necesario contar con unos mínimos recursos a todos los niveles. Recuperar competencias sin tener capacidad de ejecutarlas puede convertir acuerdos congresuales en brindis al sol. Por ello se hace necesario no sólo reequilibrar los recursos cedidos a IU, especialmente a nivel provincial, sino ir más allá y organizar al partido de tal forma que la autonomía financiera sea posible, desde el impulso de dinámicas de autofinanciación de la actividad política.
5.3 Finalmente, en esta fase de acumulación de fuerzas cobra una especial importancia la batalla de las ideas, el combate ideológico. El departamento ideológico del PCA ha mostrado un camino que debemos terminar de recorrer con recursos suficientes. La agrupación bajo un mismo área de las tareas comunicativas y de formación y debate ideológico ha sido un acierto y proponemos que en esta nueva fase se priorice el funcionamiento con recursos de este departamento.
6.Unidad y dirección colectiva
6.1 Uno de los valores más importantes que el PCA tiene es el de la unidad. Un valor asentado en una tradición histórica de lucha en y desde la comunidad, asentado en un hilo generacional que, lejos de romperse, nos permite mantener la identidad comunista en pueblos y ciudades. El valor de la unidad que conviene no confundir con “unanimidad”. La unidad del partido es necesaria, la unanimidad es contingente. La unidad del partido se basa en la participación; la unanimidad, en muchas ocasiones, se impone desde el silencio.
6.2 Esta manera de ser del comunismo andaluz, como característica endémica, nos hace subrayar el valor de lo colectivo, y así se ha plasmado en el ejercicio diario de las sucesivas direcciones del Partido, algo que debemos consolidar, poniendo el acento en los equipos y en la dirección colectiva, un principio leninista que, junto a la rendición de cuentas, acción unitaria, democracia interna, cohesión, crítica y autocrítica deben ser los ejes de discusión del documento organizativo y de la propuesta de modificación de estatutos.
[1] A partir de este apartado, el Comité Central traslada a la ponencia del XII Congreso el contenido del informe, como base para la elaboración de la propuestas a debate.

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