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martes, 30 de enero de 2018

Guzmán Ahumada, Coord. IU Málaga: "La Memoria Histórica también es Ley"

El concepto de Memoria Histórica en Málaga nos lleva directamente a hablar de las más de 150.000 malagueñas y malagueños republicanos "juzgados" y ejecutados durante la guerra y la represión franquista, los centenares de miles de presos políticos, los y las encarceladas en cárceles improvisadas, mujeres rapadas y llevadas a las plazas en las verbenas de los pueblos... es el exilio, son los paredones de fusilamiento, las cunetas, el cementerio San Rafael, la "desbandá" carretera de Almería; son tantas y tantos hombres y mujeres, es Blas Infante, es Caparrós.
La Memoria Histórica es Justicia, es reparación y reconocimiento. Son las personas asesinadas, perseguidas, encarceladas, humilladas... represaliadas y silenciadas. Es el derecho a saber la verdad, tanto desde el punto de vista personal, familiar, como en el amplio plano científico de una historia hasta hace poco sólo contada por el bando vencedor.
La Memoria Histórica no es rencor, ni destapar "viejas heridas" ni mucho menos ansias de revancha, por el simple hecho de que estos conceptos son totalmente antagónicos con los aspectos culturales, humanos científicos-históricos y políticos que se deben dar, conjugar en todo proceso riguroso de recuperación de la memoria colectiva.
Y por último la Memoria Histórica es ley, en concreto la Ley 35/2007 de 23 de diciembre, que establece entre otras cuestiones en su Artículo 15.1 que las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
Un aspecto que no tiene coste alguno y que por tanto sólo se supedita a la voluntad política para su (como ley que es) obligado cumplimiento. Sin embargo, en el décimo aniversario de su aprobación, en nuestros pueblos y ciudades siguen sobreviviendo los símbolos franquistas.
Es curioso que justamente ahora, cuando el PP se otorga el título de salvaguardas de las leyes, ese Partido Popular no sólo no lo cumpla directamente, sino que rechace una y otra vez el cumplimiento de esta Ley en concreto (para lo que, como en casi todo, encuentra un aliado natural: Ciudadanos).
Curioso, pero no casual. Son los herederos de los vencedores y por ello tiene que ser la oposición la que en muchas ocasiones le arranque acuerdos que hagan limpiar nuestras calles y los Libros de Honores de nuestros Ayuntamientos de los que fueron durante años los verdugos del pueblo.
En el caso de la Capital, en estos meses se han dado dos pasos importantes (no faltos de episodios totalmente esperpénticos), la Avenida que alberga el Hospital Regional de Málaga se pasará a llamar Camino de Antequera, y el exministro franquista Utrera Molina se quedará sin distinciones.
Enhorabuena a los compañeros de Málaga y me despido con otra casualidad, y es que hoy en día, exigir el cumplimiento de una Ley que siempre hemos entendido que se quedó muy corta, al igual que el cumplimiento de muchos derechos recogidos en una Constitución que entendemos debe ser superada; sean actos totalmente revolucionarios. Y todo ello porque los que se colocan el título de defensores de la ley y constitucionalistas lo hacen no por convicción sino por necesidad; porque es a lo único que pueden agarrarse para no hacer que el pueblo se canse de la miseria como situación normalizada.
Guzmán Ahumada, Coordinador provincial de Izquierda Unida en Málaga

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